miércoles, 13 de enero de 2016

Extracto de la autobiografía de Peter Brook, donde refleja su primera impresión al entrar en contacto con las enseñanzas del Cuarto Camino:


“…Oí palabras sencillas que inmediatamente sonaron a ciertas, palabras que hablaban de una comprensión que sólo puede ser comunicada directamente, no mediante la escritura o teoría alguna, y cuyo principio básico es que no hay que aceptar nada pasivamente, todo debe ser puesto en tela de juicio y comprobado, porque una verdad tan sólo adquiere significado y convicción si ha sido contrastada, redescubierta y demostrada paso a paso desde dentro de la propia experiencia.
Yo tenía muchos estratos de resistencia, pero allí no había mistificaciones, cosa que me tranquilizaba; en su lugar, me pedían que trabajara con gente corriente, sin dejarme arrebatar por fantasías ni romanticismos; algo que me obligaba a afrontar y a aceptar, con dificultad, mi propia mediocridad esencial.”

Usted elije:

Usted puede conocer todas las palabras justas, citar las escrituras, ser brillante en sus discusiones y sin embargo seguir siendo un saco de huesos. O bien usted puede ser una persona nada llamativa y humilde, una persona enteramente insignificante, pero resplandeciente de bondad amorosa y de profunda sabiduría.