viernes, 28 de noviembre de 2014

La rueda de la concentración por Esther y Jerry Hicks



Cuándo debes utilizar este proceso


• Cuando comprendas que tu Punto Vibratorio de Atracción actual no está situado donde deseas.

• Cuando te percates de que sientes una emoción negativa so-bre algo que es importante y desees hallar la forma de sentir una emoción positiva.

• Cuando haya ocurrido algo que te disgusta y desees pensar en ello mientras te ronde por la mente, y modificar tu pun-to de atracción para que no vuelva a suceder.

• Cuando desees experimentar una sensación de alivio.


Tú actual Punto Fijo Emocional


El proceso de «La rueda de la concentración» te será muy útil si tu Punto Fijo Emocional oscila actualmente entre:


(8) Aburrimiento

(17) Ira


Expuestas a sus experiencias vitales, con frecuencia muchas personas adquieren creencias con determinados esquemas vibra-torios que les impiden obtener lo que desean. Y aunque esas creencias no les sean útiles, insisten en volver a esa desagradable realidad con el argumento de que «a fin de cuentas, son ciertas».

Deseamos recordarte que la única razón de que algo se manifieste en una realidad física, tangible y definible, es que alguien le ha prestado la suficiente atención para que ocurra.

Pero el mero hecho de que alguien haya conseguido crear su verdad no significa que tenga ninguna relación contigo ni con lo que crearás.

En vuestro intento por documentar los hechos y acontecimientos de vuestra época, muchos de vosotros, sin daros cuenta, quedáis atrapados en esquemas vibratorios destinados a confirmar la «verdad» (o el dato que estéis estudiando) con vuestra propia experiencia vital. Esto no se debe a que estéis en presencia de una verdad innegable, sino a que, debido a la atención que le prestáis, habéis alcanzado una armonía vibratoria con ello, de forma que la Ley de Atracción os envía una experiencia que coincide con ello.

En ocasiones, una persona nos dice: «Pero ¡Abraham, no puedo ignorarlo, porque es verdad!» Y nosotros respondemos: Sólo es verdad porque alguien lo ha convertido en una verdad mediante la atención que le ha prestado. Lo que dice en realidad esa persona es:

«Puesto que alguien ha prestado atención a esto y la Ley de Atracción ha hecho que fluyera hacia su experiencia, yo haré lo mismo. Es decir, aunque no lo deseo, tengo la obligación de crearlo en mi propia realidad porque otra persona lo hizo».

Muchas de las cosas que deseas son ciertas. Y existen muchas cosas que son ciertas que no deseas. Nuestra recomendación es que prestes atención a lo que deseas y conviertas esas cosas maravillosas en la verdad de tu experiencia.

No obstante, la mayoría de las personas no guían deliberada-mente sus pensamientos hacia cosas que hagan que se sientan bien, por lo que, sin darse cuenta, desarrollan esquemas de pensamientos que repiten una y otra vez.

Por supuesto, algunos de tus esquemas de pensamientos te resultan muy beneficiosos.

Otros, no. Por consiguiente, el proceso denominado «La rueda de la concentración» está destinado a ayudarte a modificar los esquemas vibratorios sobre determinados temas que no te benefician. Te ayudará a poner en práctica tus pensamientos hasta que te produzcan una sensación más placentera y, por ende, mejorar tu punto de atracción.

Te recomendamos que dediques unos quince o veinte minutos a practicar este proceso cada vez que sientas una intensa emoción negativa sobre algo que ha sucedido o cuando desees mejorar tu sensación de claridad.

Tu intensa emoción negativa siempre te indica una buena oportunidad para modificar tu Energía con respecto a una determinada cuestión, debido a que has experimentado algo que te ha hecho centrarla de una forma específica. Así pues, cuando utilices el ejercicio de «La rueda de la concentración» cualquier mejora que te aporte la experimentarás de forma más acentuada. Te recomendamos que lo utilices cada vez que seas muy consciente de algo que no deseas.

Se trata de que expreses una frase en términos generales que encaje con tu deseo. Dicho de otro modo, debes tratar de hallar una correlación. ¿Cómo sabrás que has dado con esa frase que encaja con tu deseo? Porque experimentarás una sensación de alivio. Dicho de otro modo, la frase que expreses en términos generales te producirá una sensación de paz, hará que te sientas mejor. Cuando des con esa frase que encaja con tu deseo, procura concentrarte en ella durante un rato, incluso amplificarla o exagerarla, o recordar algo relacionado con ella... Es decir, si cuando hayas dado con esa frase consigues permanecer centrado en ella durante diecisiete segundos como mínimo para permitir que otro pensamiento se una a ella... éste potenciará la creencia que acabas de expresar.

Un ejemplo del proceso denominado

«La rueda de la concentración»


Para comenzar a practicar el proceso de «La rueda de la concen-tración» dibuja un círculo grande en una hoja de papel. Luego di-buja un círculo más pequeño, de unos cuatro centímetros de diámetro, en el centro del círculo grande. Siéntate cómodamente y observa el círculo pequeño y siente cómo tus ojos se concentran en él.

Ahora cierra los ojos durante unos momentos y concéntrate en lo que ha ocurrido y ha provocado en ti esa emoción negativa. Identifica con exactitud lo que no deseas. Llegado a este punto, di: «Ahora sé con claridad lo que no deseo. ¿Qué es lo que deseo?»

Conviene que identifiques lo que no deseas y lo que deseas en términos de cómo deseas sentirte al respecto.

Por ejemplo:


Me siento gorda y deseo sentirme delgada.

Me siento pobre y deseo sentirme rica.

No me siento amada y deseo sentirme amada.

Me siento engañada y deseo sentirme respetada.

Me siento enferma y deseo sentirme bien.

Me siento impotente y deseo sentir mi poder personal.


A continuación, escribe unas frases alrededor del borde externo del círculo más grande
que encajen con lo que deseas. Cuando se te ocurra una frase que encaje bastante con tu deseo, lo sabrás. Dicho de otro modo, sentirás si esa frase no encaja con tu deseo y hace que te caigas de la rueda, por así decirlo, o si es una frase que encaja con tu deseo y hace que te sientas bien.

El proceso de «La rueda de la concentración» es tan eficaz porque las frases que escribes las eliges deliberadamente. Son la expresión de algo que crees, que encaja con tu deseo. Y funciona porque la Ley de Atracción es tan poderosa que cuando te concentras en un pensamiento durante siquiera diecisiete segundos, otro pensamiento viene a unirse a él, y cuando esos dos pensamientos se unen, se produce una combustión que potencia aún más tus pensamientos.

Cada vez que expresas una frase en términos generales, tu pensamiento suele ser más puro que cuando expresas algo de forma más específica, por lo que el poder de «La rueda de la concen-tración» reside en que expreses frases en las que creas en términos generales; céntrate en cada una de ellas durante aproximadamente diecisiete segundos y tendrás la oportunidad de ofrecer una vibración pura más específica con respecto a tu deseo.

Digamos que te dispones a practicar este ejercicio y sabes que vas a escribir: «Me siento bien con respecto a mi cuerpo» o «Mi rodilla ya está bien». Pero si comienzas por ahí, si la primera frase que escribes es «Me siento bien con respecto a mi cuerpo» te darás cuenta, debido a cómo te sientes, que tu Energía no está alineada, porque sólo sirve para hacer que te sientas irritado y seas aún más consciente de que te sientes gordo o que la rodilla te duele. Lo que demuestra que esa frase era demasiado específica.

Dicho de otro modo, es como tratar de abordar un tren que circula a gran velocidad y lo único que consigues es caerte. ¿Te imaginas tratar de saltar sobre un tiovivo que gira rápidamente? No lograrás subirte a él, pero si se detiene, podrás hacerlo, y cuando adquiera velocidad estarás en él. Debes hacer que la «rueda» aminore su velocidad, que tu creencia aminore su velocidad, para poder montarte en ella. «En términos generales, me siento satisfecha de mi cuerpo.» Eso sí lo crees; esa frase hace que te sientas bien.

Puedes permanecer sobre el tiovivo sin caerte.

Al escribir una frase alrededor del círculo y concentrarte en ella obtendrás una sensación bastante placentera. Escribe entonces otra frase. Tal vez: «Creo que el Universo emite vibraciones que se corresponden con las que nosotros emitimos». Estás absolutamente convencido de ello, de modo que la frase encaja. Luego escribes una frase semejante a:

«Me siento satisfecho de este cuerpo físico». Puesto que lo crees, esa frase también encaja. Empiezas a sentirte algo mejor. Empiezas a experimentar una sensación de alivio.

Ya no estás tan irritado contigo mismo. Tu vibración comienza a elevarse.

Sigamos sumando poder al proceso denominado «La rueda de la concentración». A medida que se te ocurran pensamientos que hagan que te sientas bien, continúa escribiéndolos alrededor del perímetro del círculo más grande. Empieza en lo que serían las 12.00 si contemplaras un reloj y sigue alrededor del círculo hasta la 1.00, las 2 y así sucesivamente, hasta que hayas escrito doce frases que te produzcan una sensación placentera.

Dado que en ocasiones tus pensamientos giran a una velocidad tan vertiginosa que por más que deseas modificarlos no encuentras la forma de «montarte en ellos», el juego de «La rueda de la concentración» consiste en que des con un pensamiento que encaje con lo que sientes en estos momentos, de forma que la rueda no te tire al suelo, por así decirlo, y comiences a avanzar progresivamente hacia el estado que deseas sentir. Se trata de una maravillosa herramienta destinada a ayudarte a modificar tu vibración.

Pongamos, por ejemplo, que te sientes gordo. En tu experiencia se ha producido un incidente que ha hecho que ese pensamiento cobre fuerza, y en estos momentos experimentas una intensa emoción negativa. Toma un papel, dibuja un círculo en el centro de la hoja y escribe en la parte interior del círculo: «Deseo sentirme delgado».

Ahora concéntrate en el tema que te ocupa y trata de hallar pensamientos que encajen con la forma en que te sientes, pensamientos que te produzcan una sensación placentera cuando medites sobre ellos. Procura hallar un pensamiento que no te descoloque.


Puedo volver a ser delgada.

(Este pensamiento está demasiado alejado de lo que crees, y por más que desearías creerlo, no es así. Y te das cuenta de que no lo crees. Por tanto, como este pensamiento no te produce una sensación placentera, esta frase hace que te caigas de la rueda.)



Mis hermanas son delgadas y atractivas.


(Este pensamiento tampoco te produce una sensación agra-dable. Destaca el éxito de tus hermanas y hace que te sientas aún más como una perdedora. Este pensamiento hace que te caigas de la rueda.)


Buscaré algo que dé resultado.


(Aunque este pensamiento es más positivo que los anteriores, no hace que te sientas bien. Has probado muchos métodos, pero crees que no has hallado nada que te dé resultado, de modo que este pensamiento no hace más que poner de relieve tus fracasos anteriores. Este pensamiento hace que te caigas de la rueda.)

Sé que otras personas han sufrido este problema y han conseguido hallar una solución.

(Este pensamiento puede aportarte una sensación de alivio. Te sientes mejor. Recuerda que en estos momentos no se trata de buscar una solución a tu problema, sino tan sólo un pensamiento que te produzca una sensación lo suficientemente placentera para serte útil. Este pensamiento no hace que te caigas de la rueda. Así pues, escríbelo en la hoja de papel, en la posición de las 12.00, y sigue buscando más pensamientos que hagan que te sientas bien.)

No tengo que resolver el problema hoy mismo.

(Otro pensamiento útil. Escríbelo en la posición de la 1.00.)

Buscaré un régimen que funcione.

(Este pensamiento hace que te caigas de la rueda.)

Mi ropa no me sienta bien.

(Este pensamiento hace que te caigas de la rueda.)

Disfrutaré comprando ropa nueva. (Las 2.00)

(Pensamiento útil.)

Mi cuerpo se sentirá más ágil. (Las 3.00)

(Útil.)

Me sentiré más dinámica. (Las 4.00)

(Útil.)

Ya se me ocurrirá algo nuevo. (Las 5.00)

(Esto va como una seda.)

Sé que hallaré algo que me ayude. (Las 6.00)

(Sí, te sientes mejor.)

Me gusta asumir el control de mi experiencia. (Las 7.00)

(Útil.)

Confío en poder realizar este cambio. (Las 8.00)

(Útil).

Me gusta sentirme bien.

(Este pensamiento es útil. Anótalo en la posición de las 9.00)

Me gusta sentirme bien dentro de mi cuerpo. (Las 10.00)

(Útil.)

Me siento satisfecha de mi cuerpo. (Las 11.00)

(¡Bien! Ahora, después de escribir ese pensamiento en la posición de las 11.00, traza un círculo alrededor de las palabras que escribiste al principio en el centro de tu «Rueda de la concentración» y observarás que has alcanzado una alineación vibratoria más próxima a ese pensamiento, cuando hace tan sólo unos minutos te hallabas muy lejos de esa vibración.)

Abraham, contadme más cosas sobre «La rueda de la concentración»


Quizá nos hayas oído decir que tu punto de poder personal se halla en el presente porque aunque pienses en el pasado, o pienses en el ahora, o pienses en el futuro, todo cuanto haces lo haces ahora. Vibras ahora. Tu pulso late ahora. Emites tus vibraciones ahora.

Así pues, cualquier tensión creativa entre la invocación de la Fuerza Vital y el hecho de permitir que fluya a través de tí (el hecho de invocarla y de permitir que fluya) ocurre en el momento presente.

Así pues, deseamos que durante los próximos días te concen-tres en una palabra. En estos momentos te encuentras en un lugar «nuevo». Nos encanta la «novedad» del lugar en el que te hallas. Y deseamos mostrarte cómo permanecer en este lugar «nuevo» y alinear tu Energía «nueva» con un deseo «nuevo» que te aportará resultados «nuevos» y sencillos.

«La rueda de la concentración» es la herramienta más eficaz que hemos descubierto para ayudarte a modificar una creencia con el fin de que encaje con tu deseo. Consiste en lo siguiente: La fórmula para crear cualquier cosa, incluso, por poner un ejemplo, disfrutar haciendo la declaración de la renta, se basa en identificar el deseo y a continuación alcanzar una vibración que se corresponda con él.

Otro ejemplo de «La rueda de la concentración»

Empieza por tratar de encontrar una frase que te permita subirte a la rueda. Escribe frases que reflejen suficientemente lo que crees para no caerte al suelo, por así decirlo. Dicho de otro modo, si has escrito «disfruto haciendo la declaración de la renta», te caes al suelo.

Si escribes «me parece estupendo que el gobierno me quite el dinero para despilfarrarlo en cosas inútiles» te caes al suelo. Por tanto, el objetivo es hallar algo que encaje con tu deseo y haga que te sientas bien. Puedes escribir algo parecido a: «Me gusta controlar mi vida. Me satisface cumplir mis compromisos. Me gusta hacer las cosas puntualmente. Me encanta la sensación de orden y organización en mi experiencia».

Ahora bien, esta afirmación quizá sea un tanto exagerada. En tal caso, te darás cuentas.

Sabrás si te es útil o no por cómo te sien-tes. Continúa intentándolo, aunque te equivoques con frecuencia. Escribe algo como: «Imagino que muchas personas han sufrido este problema, pero han conseguido resolverlo». ¡Esto te permite subirte a la rueda! «Aunque el sistema de recaudación de impuestos no es perfecto, es un mecanismo mediante el cual funciona nuestro gobierno.» ¿Eso te ha tirado al suelo o te ha permito subirte a la rueda? «Cada año lo hago mejor. Me resulta más fácil. Mi declaración de la renta es un buen incentivo para que me organice y lleve bien las cuentas.»


Cuanto mejor lo sientas, mejor te sentirás


Deseamos que oigas lo siguiente: No he resuelto nada. Dicho de otro modo, nada ha cambiado. Todavía tienes que hacer tu declaración de la renta, pero lo que más deseamos que oigas es que en estos momentos te encuentras en una situación distinta de la que te encontrabas. Es decir, verás las cosas con más claridad que antes. Los recuerdos acudirán a tu mente más fácilmente que antes.

Sabrás con más facilidad que antes dónde dejaste algo que necesitas. Dicho de otro modo, esos retazos de tu vida desperdigados que se hallan amontonados en cajas, carpetas o en los fondos de los bolsos —todos esos datos diseminados aquí y allá— empiezan a unirse en tu mente. En suma, tu Mente Interior empieza a alimentarte de forma constante, de una forma que no lo hacía hasta que decidiste dedicar unos minutos a alinear tu Energía con tu deseo.

Tanto si se trata de un castillo como de un botón, si lo utilizas como tu objeto de atención conseguirás invocar la Fuerza Vital, y este ejercicio trata precisamente de la Fuerza Vital.

El motivo de que la invoques es lo de menos. Dicho de otro modo, es posible disfrutar tanto haciendo la declaración de la renta como planificando un crucero.

Tal vez no lo creas, pero es porque no has permitido que la Energía fluya a través de tí hacia el objeto de tu atención sin resistencia. Invocas la Energía porque deseas cumplir con tu deber, pero luego desvías esa Energía debido a los hábitos que has adquirido o las frases que repites con frecuencia que impiden que fluya. Cuando tu Energía fluye a través de ti y tú se lo impides, te sientes mal. Ahora, debido a que el proceso de «La rueda de la concentración» hace que te concentres durante un tiempo más prolongado en un tema concreto mientras tratas deliberadamente de hallar pensamientos que te hagan sentir bien, tu punto de atracción cambia.

Al aplicar este sencillo pero poderoso ejercicio a diversas cuestiones a medida que surjan en tu vida, lograrás mejorar notablemente tu punto de atracción con respecto a todo lo que sea importante para ti.

miércoles, 19 de noviembre de 2014